sábado, 20 de abril de 2013

Sonrisa de Amelí.

   Todo era superior a mi, ya no podía mas, nosotros ya no estábamos juntos y todo se me hacía mas duro pero como siempre era capaz de sacarme las mejores sonrisas aún sin estar juntos:
    Era un viernes, para otras personas un viernes normal, otro día de la semana mas, para mi era un gran día, todo los viernes lo veía entrenar, era lo que esperaba durante toda la semana, no estábamos juntos pero no era capaz de no verlo.
Fui a verlo entrenar, me encantaba, cuando acabó yo subí para esperar a mi madre y cuando él salió de la ducha me saludó, nada más que con un simple "Hola" y me quedé con las ganas de darle un abrazo. Cuando llegó mi madre, nos recogió a mi y a mi hermano y nos fuimos al supermercado, mi hermano y yo íbamos hablando normal y haciendo el tonto, como siempre. De repente mi hermano riéndose me dice "Mira!", levanté la cabeza y venía su madre y él detrás haciendo el tonto, me hizo tanta gracia, que mientras mi madre se puso a hablar con la de él, él cogió y como yo no paraba de reír, me agarró por la cintura y me dijo al oído: "Ves, esa es la sonrisa que me gusta ver." En ese momento mis ganas de besarlo fueron tremendas.

viernes, 12 de abril de 2013

Bonitos recuerdos.

Recuerdo perfectamente ese día como si fuera hoy:

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  "Sería mediados de Enero del 2012, nosotros ya no estábamos juntos. Cuando aún estaba con él lo iba a ver jugar al fútbol la mayoría de las veces y era flipante, lo mirabas con sus piernitas flaquitas y sus gemelitos marcados por las medias que llevaba hasta las rodillas (maldita manía), el pantalón que le hacía el culito más bonito que había, luego la camiseta, que aunque le quedara floja, se notaba que tenía un cuerpazo y cuando se la subía para secarse el sudor aún más, su carita de concentración o de enfado, y su pelo, su pelito precioso con sus rizos. Cuando lo veías jugar *_* De la forma que jugaba era increíble, como hacía cada jugada, cada movimiento, cada gol, cada caída, cada enfado y era imposible que no me saliera la sonrisita tonta, hasta que veía para mi y me sonreía rápido para que el resto de la gente no lo viera, verlo cuando le hacían una falta fuerte, verlo tirado en el suelo quejándose y yo queriendo levantarme del asiento, pero aguantando allí sentada y sufriendo por dentro hasta que se levantaba, me miraba y me sonreía, así sabía que estaba todo bien, era mirarlo jugar y me gustaba mil veces más, nunca fui capaz de dejar de verlo jugar."